Capítulo 24
EL DESEO DE SER
ESPECIAL
Introducción
1. No olvides que la motivación de este curso es alcanzar y conservar
el estado de paz. En ese estado la mente se acalla y se alcanza la condición en
la que se recuerda a Dios. No es necesario que Le digas lo que debe hacer. Él
no fallará. Allí donde puede entrar, Él ya ha entrado. ¿Cómo no iba a poder
entrar allí donde es Su Voluntad estar? Alcanzarás la paz porque ésa es Su
Voluntad. ¿Crees que una sombra puede frenar la Voluntad que mantiene al universo
a salvo? Dios no tiene que contemporizar con las ilusiones para ser lo que es.
Ni Su Hijo tampoco. Ellos simplemente son. ¿Y qué ilusión que en su vagar
parezca flotar e interponerse entre Ellos tiene el poder de invalidar los
designios de Su Voluntad conjunta?
2. Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada
uno de los valores que abrigas. Ni uno solo debe quedar oculto y encubierto,
pues ello pondría en peligro tu aprendizaje. Ninguna creencia es neutra. Cada
una de ellas tiene el poder de dictar cada decisión que tomas. Pues una
decisión es una conclusión basada en todo lo que crees. Es el resultado de lo
que se cree y emana de ello tal como el sufrimiento es la consecuencia
inevitable de la culpa, y la libertad, de la falta de pecado. La paz no tiene
substitutos. No hay alternativa para lo que Dios crea. La verdad surge de lo
que Él sabe. Y así como toda la Creación
surgió en Su Mente por razón de lo que Él sabe, del mismo modo tus decisiones
proceden de tus creencias.
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