La ilusión de necesidades
1. Tú que quieres la paz solo la puedes encontrar perdonando
completamente. Nadie aprende a menos que quiera aprender y crea que de alguna
manera lo necesita. Si bien en la Creación de Dios no hay carencia, en lo que
tú has fabricado es muy evidente. De hecho, ésa es la diferencia fundamental
entre lo uno y lo otro. La idea de carencia implica que crees que estarías
mejor en un estado que de alguna manera fuera diferente de aquel en el que
ahora te encuentras. Antes de la “separación”, que es lo que significa la
“caída”, no se carecía de nada. No había necesidades de ninguna clase. Las
necesidades surgen únicamente cuando tú te privas a ti mismo. Actúas de acuerdo
con el orden particular de necesidades que tú mismo estableces. Esto, a su vez,
depende de la percepción que tienes de lo que eres.
2. La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios. Esa sensación de separación jamás habría surgido si no hubieras distorsionado tu percepción de la verdad percibiéndote así a ti mismo como alguien necesitado. La idea de un orden de necesidades surgió porque, al haber cometido ese error fundamental, ya te habías fragmentado en niveles que comportan diferentes necesidades. A medida que te vas integrando te vuelves uno, y tus necesidades, por ende, se vuelven una. Cuando las necesidades se unifican suscitan una acción unificada porque ello elimina todo conflicto.
3. La idea de un orden de necesidades, que proviene del error original de que uno puede estar separado de Dios, requiere corrección en su propio nivel antes de que el error de percibir niveles pueda corregirse. No te puedes comportar con eficacia mientras operes en diferentes niveles. Sin embargo, mientras lo hagas, la corrección debe proceder verticalmente, desde abajo hacia arriba. Esto es así porque crees que vives en el espacio, donde conceptos como “arriba” y “abajo” tienen sentido. En última instancia, ni el espacio ni el tiempo tienen sentido alguno. Ambos son meramente creencias.
4. El verdadero propósito de este mundo es usarlo para corregir tu incredulidad. Nunca podrás controlar por tu cuenta los efectos del miedo porque hiciste el miedo y crees en lo que hiciste. En actitud, entonces, mas no en contenido, te pareces a tu Creador, Quien tiene perfecta fe en Sus Creaciones porque Él las creó. Creer en algo produce la aceptación de su existencia. Por eso puedes creer lo que nadie más piensa que es verdad. Para ti es verdad porque fue hecho por ti.
5. Todos los aspectos del miedo son falsos porque no existen en el nivel
creativo y, por lo tanto, no existen en absoluto. En la medida en que estés
dispuesto a someter tus creencias a esta prueba, en esa misma medida quedarán
corregidas tus percepciones. En el proceso de separar lo falso de lo verdadero
el milagro procede a lo largo de estas líneas:
El amor
perfecto expulsa el miedo.
Si hay
miedo,
es que no
hay amor perfecto.
Pero:
Solo el amor perfecto existe.
Si hay miedo,
éste produce un estado que no existe.
Solo el amor perfecto existe.
Si hay miedo,
éste produce un estado que no existe.
Cree esto y serás libre. Solo Dios puede establecer esta solución, y esta
fe es Su don.
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