La ilusión de
amor en contraposición a la realidad del amor
1. No temas examinar la relación de odio especial, pues tu liberación
radica en que la examines. Sería
imposible conocer el significado del amor si no fuera por eso. Pues la relación de amor especial, en la que
el significado del amor se halla oculto, se emprende solamente para
contrarrestar el odio, no para abandonarlo. Tu salvación se perfilará claramente ante tus
ojos abiertos a medida que examines esto.
No puedes limitar el odio. La relación de amor especial no lo
contrarrestará, sino que simplemente lo ocultará donde no puedas verlo. Mas es esencial que lo veas y que no trates de
ocultarlo, pues el intento de equilibrar el odio con el amor es lo que hace que
el amor no tenga ningún significado para ti. No te das cuenta de la magnitud de
la ruptura que esto representa. Mientras
no te des cuenta, no podrás reconocer la existencia de dicha ruptura y, por lo
tanto, no podrá ser subsanada.
2. Los símbolos del odio enfrentados a los del amor parecen dar lugar
a un conflicto que no existe. Pues los símbolos siempre representan algo
diferente de sí mismos, y si el amor lo es todo, la idea de un símbolo de amor
no tiene sentido. Saldrás ileso de este último acto del proceso de
des-hacimiento y emergerás finalmente como lo que eres. Éste es el último paso
en el proceso de estar listo para Dios. No te muestres renuente ahora, pues
estás demasiado cerca, y cruzarás el puente sin ningún contratiempo, al ser
transportado serenamente de la guerra a la paz. La ilusión de amor jamás te
satisfará, pero la realidad del amor, que te espera al otro lado, te lo dará
todo.
3. La relación de amor especial es un intento de limitar los efectos
destructivos del odio, tratando de encontrar refugio en medio de la tormenta de
culpabilidad. Dicha relación no hace ningún esfuerzo por elevarse por encima de
la tormenta hasta encontrar la luz del sol. Por el contrario, hace hincapié en la culpa
que se encuentra fuera del refugio, intentando construir barricadas contra ella
a fin de mantenerte a salvo. La relación
de amor especial no se percibe como algo con valor intrínseco, sino como un
enclave de seguridad desde donde es posible separarse del odio y mantenerlo
alejado. La otra persona envuelta en
esta relación de amor especial es aceptable siempre y cuando se ajuste a ese
propósito. El odio puede hacer acto de
presencia, y de hecho se le da la bienvenida en ciertos aspectos de la
relación, pero la relación se mantiene viva gracias a la ilusión de amor. Si ésta desaparece, la relación se rompe o se
vuelve insatisfactoria debido a la desilusión.
4. El amor no es una ilusión.
Es un hecho. Si ha habido
desilusión es porque realmente nunca hubo amor, sino odio, pues el odio es una
ilusión y lo que puede cambiar nunca pudo ser amor. No cabe duda de que los que eligen a algunas
personas como pareja en cualquier aspecto de la vida y se valen de ellas para
cualquier propósito que no desean compartir con nadie más, están tratando de
vivir con culpa en vez de morir de ella. Éstas son las únicas alternativas que ven.
Para ellos el amor es solo un escape de la muerte. Lo buscan desesperadamente, pero no en la paz
en la que él gustosamente vendría hasta ellos quedamente. Y cuando descubren que el miedo a la muerte se
cierne todavía sobre ellos, la ilusión de que la relación de amor especial es
lo que no es, se desvanece. Cuando se
desmantelan las barricadas contra el miedo, éste se abalanza adentro y el odio
triunfa.
5. No hay tal cosa como triunfos de amor. Solo el odio está interesado en el “triunfo
del amor”. La ilusión de amor puede
triunfar sobre la ilusión de odio, pero siempre a costa de convertir a las dos
en ilusiones. Mientras perdure la ilusión de odio, el amor será una ilusión
para ti. Por lo tanto, la única elección
que te queda entonces es cuál de las dos ilusiones prefieres. En la elección entre la verdad y la ilusión no
hay conflicto. Si se vieran desde este
punto de vista, nadie tendría dudas acerca de cuál elegir. Mas el conflicto se manifiesta en el instante
en que la elección parece ser entre ilusiones, si bien esta elección es
intrascendente. Cuando una alternativa
es tan peligrosa como la otra, la decisión tiene que ser una de desesperación.
6. Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y
encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. No es necesario que busques lo que es verdad,
pero sí es necesario que busques todo lo que es falso. Toda ilusión es una
ilusión de miedo, sea cual fuere la forma en que se manifieste. Y el intento de
escapar de una ilusión refugiándote en otra no puede sino fracasar. Si buscas
amor fuera de ti, puedes estar seguro de que estás percibiendo odio dentro de
ti y de que ello te da miedo. Pero la paz nunca procederá de la ilusión de
amor, sino solo de la realidad de éste.
7. Reconoce lo que sigue, pues es verdad, y la verdad tiene que ser
reconocida para que se pueda distinguir de la ilusión: la relación de amor
especial es un intento de llevar amor a la separación. Y como tal, no es más que un intento de llevar
amor al miedo y de hacer que sea real en él. La relación de amor especial, que viola
totalmente la única condición del amor, quiere realizar lo imposible. ¿Cómo iba a poder hacer eso salvo en
ilusiones? Es esencial que examinemos muy de cerca qué es exactamente lo que
crees que puedes hacer para resolver un dilema que te parece muy real, pero que
en realidad no existe. Ya estás muy cerca de la verdad, y esto es lo único que
se interpone entre ti y el puente que te conduce hasta ella.
8. El Cielo aguarda silenciosamente, y tus creaciones extienden sus
manos para ayudarte a cruzar y para que les des la bienvenida, pues son ellas
lo que andas buscando. Lo único que
buscas es tu compleción, y son ellas las que te completan. La relación de amor
especial no es más que un pobre substituto de lo que en verdad—y no en
ilusiones—te completa. La relación que
tienes con tus creaciones está libre de culpa, y esto te permite contemplar a
todos tus hermanos con gratitud, pues tus creaciones fueron creadas en unión
con ellos. La aceptación de tus creaciones es la aceptación de la Unicidad de
la Creación, sin la cual nunca podrías estar completo. Ninguna clase de especialismo te puede ofrecer lo que Dios ha dado y lo que
tú das junto con Él.
9. Al otro lado del puente se encuentra tu compleción, pues estarás
totalmente en Dios, sin querer nada en especial excepto ser exactamente como
Él, y mediante tu compleción le brindarás a Él la Suya. No tengas miedo de cruzar el puente y entrar a
la morada de la paz y de la perfecta santidad. Solo ahí está establecida para
siempre la Compleción de Dios y la de Su Hijo. No busques esto en el desolado
mundo de las ilusiones, donde nada es seguro y todo te deja insatisfecho. En el Nombre de Dios, estate completamente
dispuesto a abandonar todas las ilusiones. En cualquier relación en la que estés
totalmente dispuesto a aceptar la compleción y solo la compleción, ahí Dios se
completa y Su Hijo junto con Él.
10. El puente que conduce a la unión contigo mismo conduce
inevitablemente al Conocimiento, pues fue construido con Dios a tu lado, y te
conducirá directamente hasta Aquel en Quien reside tu compleción, la cual es
completamente compatible con la Suya. Cada ilusión que aceptas en tu mente
considerando que es alcanzable, invalida tu propia sensación de compleción y,
de esa forma, niega la Plenitud de tu Padre. Cada fantasía, ya sea de amor o de
odio, te priva del Conocimiento, pues las fantasías son el velo tras el cual la
verdad yace oculta. Lo único que necesitas para descorrer ese velo que tan
negro y tupido parece, es valorar la verdad por encima de cualquier fantasía y
no estar dispuesto en modo alguno a conformarte con ilusiones en lugar de la
verdad.
11. ¿No te gustaría poder pasar del miedo al amor? Pues tal parece ser
la travesía. El amor te llama, pero el
odio quiere retenerte. No escuches la llamada del odio ni veas ninguna
fantasía. Pues tu compleción radica en la verdad y solo en la verdad. En cada llamada del odio y en cada fantasía
que surge para demorarte, ve solo la petición de ayuda que se eleva
incesantemente desde ti a tu Creador. ¿Cómo no habría Él de responder si tu
compleción supone la Suya? Él te ama sin ilusión alguna, tal como tú no puedes
sino amar también. Pues el amor está
totalmente exento de ilusiones y, por lo tanto, libre de miedo. Aquel a quien
Dios recuerda, solo puede gozar de plenitud. Y Dios nunca se ha olvidado de lo
que le brinda plenitud. En tu compleción
reside la memoria de Su Plenitud así como Su Gratitud hacia ti por Su
Compleción. En Su vínculo contigo reside tanto Su incapacidad de olvidarse como
tu capacidad de recordar. En Él están unidos tanto el que estés dispuesto a
amar, así como todo el Amor de Dios, Quien nunca se olvidó de ti.
12. Del mismo modo en que tu Padre no puede olvidarse de la verdad que
mora en ti, tú tampoco puedes dejar de recordarla. El Espíritu Santo es el puente que conduce
hasta Él, el cual fue construido mediante tu voluntad de unirte a Él, y creado
por Su Júbilo en unión contigo. La
jornada que parecía interminable está llegando a su fin, pues lo que es
interminable está muy cerca. Ya casi lo has reconocido. Démosle ahora juntos la
espalda a todas las ilusiones sin vacilación alguna, y no permitas que nada
obstruya el camino que conduce a la verdad. Juntos haremos el último viaje inútil que nos
aleja de ella, y luego iremos juntos directamente a Dios en gozosa respuesta a
Su petición de que se Le complete.
13. Si las relaciones especiales, de la clase que sean, dificultan la
Compleción de Dios, ¿qué valor pueden tener para ti? Lo que supondría un impedimento para Dios tiene
que serlo para ti también. Solo en el
tiempo parece posible que algo pueda impedir la Compleción de Dios. El puente a través del cual Él quiere llevarte
en Sus Brazos, te lleva del tiempo a la eternidad. Despierta del tiempo, y sin miedo alguno
contesta la Llamada de Aquel que te hizo eterno cuando te creó. A este lado del puente que conduce hacia la
intemporalidad no entiendes nada. Pero conforme lo cruces con paso ligero,
sostenido por la intemporalidad, se te conducirá directamente al Corazón de
Dios. Y ahí y solo ahí, en el centro de
Su Corazón, estarás a salvo para siempre porque gozarás de compleción
eternamente. No hay velo que el Amor de
Dios en nosotros no pueda descorrer. El
camino a la verdad está despejado. Recórrelo conmigo.
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